Aquesta és la primera traducció de Buadelaire al castellà:
EL ALBATROS
Carlos Baudelaire
Algunas veces, por
matar el tedio,
los rudos navegantes
cazan vivo un
albatros, el coloso
de las marinas aves,
que con pausados
vuelos, indolente
compañero de viaje,
al bajel sigue cuando
noche y día
surca los anchos
mares.
Sobre el puente lo
arrojan mofadores,
y aquel rey de los
aires,
amedrentado, trémulo,
indeciso,
convulso,
claudicante,
sus grandes alas
blancas, que los vientos
tan poderosas baten,
flojas las tiende, y
como sueltos remos,
á un lado y otro
caen.
¡Cuán torpe, cuán
pesado, cuán grotesco,
el volador gigante!
¡Cuán cómico y
ridículo parece,
él, tan hermoso
antes!
Unos le acosan, le
hurgan y golpean,
otros el pico le
abren,
otros remedan sus
andares toscos.
riéndose y
burlándose.
El poeta, en el mundo
desterrado,
fué siempre semejante
al albatros, que ríe
de las flechas
y ama las
tempestades.
Perseguido, asediado,
entre denuestos
y sarcasmos y ultrajes,
intenta en vano
caminar: sus alas
son demasiado grandes.
Quan era encara un adolescent d’institut, tenia en la meu habitació, emmarcada, una
fotografia de Charles Baudelaire. Ma mare, quan la mirava, no podia evitar un
gest de preocupació i em demanava amb zel maternal que la llançara al fem. “És
un boig! És que no ho veus?”, em deia, mentre jo llegia abstret el gran poeta-albatros
francés en una edició bilingüe de “Libros Río Nuevo” (1979), de boniques tapes de
color metàl·lic. Ara m’he comprat per internet la primera traducció al castellà
d’alguns poemes de Baudelaire –de fa cent anys!– pel mòdic preu de setze euros.
Ací dalt us he deixat la primera traducció del poema “L’albatros” de Charles Baudelaire,
realitzada per Teodor Llorente i Olivares, i publicada a Barcelona el 1906 per
Muntaner y Simón, Editores, dins del recull Poetas
Franceses Ilustres del siglo XIX, traducido en verso castellano por D. Teodoro
Llorente.
Quaranta-nou
anys abans, el 25 de juny del 1857 –fa ara 160 anys–, Poulet-Malassis publicà a
París 1.300 exemplars d'una recopilació de 100 poemes de Les fleurs du mal. En agost d’aquell mateix any, es va iniciar un
procés judicial en contra del poeta, acusat d'ultratge a la moral pública, i Baudelaire
va ser obligat a pagar 300 francs i a suprimir-ne sis poemes.
A banda
de tots els escàndols que provocà la publicació de Les flors del mal, d’aquesta obra mestra de la literatura
universal, que canvia el rumb i el sentit de la poesia i de l’art occidental, el
que més em sobta és que es tardara ni més ni menys que mig segle per veure
aquest text publicat al nostre país.
Evidentment,
sembla que Llorente (1836-1911) no n’era un gran admirador, de Baudelaire (1821-1867), que era quinze anys major que ell, però molt més jove: Pasó el cálido
soplo del romanticismo, que tanto enardeció los ánimos y exaltó la fantasía en
todas partes, y los «parnasianos», serenos y desapasionados, pusieron su ahinco
en la perfección de la forma, cultivando el arte por el arte, y haciéndose
perdonar muchas veces la nimiedad del pensamiento por la exquisita pulcritud de
la expresión. Buscaban á la vez la originalidad, ya en las galas de literaturas
exóticas, ya en el artificio de rebuscados conceptos, ó por más extraños
derroteros, como el paradójico autor de las Flores del mal. Convertían en
sistema estas excentricidades y estos extravíos, y los exageraban los poetas
que luego se llamaron «decadentes», luciendo alarde de un neurosismo flojo y
enfermizo, del cual también brotaban rasgos de conmovedora inspiración, explica l’autor de la traducció al proemi del llibre dalt citat.
L'esperit ranci i encarcarat del ja vell Llorente és ben palès també en la nota bibliogràfica amb què tanca el seu volum de traduccions. Sinistre, al·lucinat, pertorbat mental, fumador de «haschisch» són alguns dels adjectius que Llorente dedica al gran poeta francés.
Nota bibliogràfica completa escrita per Llorente:
"CARLOS BAUDELAIRE (1821-1867). — Un libro de versos le hizo famoso, y no publicó más. Había llegado ya á una virilidad bien sazonada, cuando lanzó Les fleurs du mal (1857), que produjeron un éxito de sorpresa, de indignación y de escándalo á la vez. Aquella obra, tan nueva y tan atrevida, fué objeto de una persecución judicial, y el autor resultó condenado á suprimir seis de sus composiciones por atentatorias á la moral pública. El libro de Baudelaire era una inmensa paradoja lírica, un alarde de contradicción á los sentimientos y las ideas más generales, ó el ensueño siniestro de un alucinado, que se complace en acumular ruinas, en revolver el fango, y à veces encuentra entre los escombros y la inmundicia alguna flor que huele bien. Víctor Hugo dijo de él: «Dotáis al cielo del arte de extraños resplandores macabros; creáis, para el alma humana, un estremecimiento nuevo (un frisson nouveau).» Como los famosos discípulos del Viejo de la Montaña, abusaba del «haschisch» para evocar fatídicas visiones, y esto puede explicar la perturbación cerebral que apresuró el fin de este lúgubre poeta. Las composiciones suyas traducidas para este libro son de las que no pueden censurarse por su desconsolador pesimismo ó por sus tétricas lobregueces."
Tanmateix, cal agrair a don Teodor el seu treball, el qual, encara que n’adapta la versificació, copsa de manera perfecta la grandesa d’aquest gran poema precursor del simbolisme.
L'esperit ranci i encarcarat del ja vell Llorente és ben palès també en la nota bibliogràfica amb què tanca el seu volum de traduccions. Sinistre, al·lucinat, pertorbat mental, fumador de «haschisch» són alguns dels adjectius que Llorente dedica al gran poeta francés.
Nota bibliogràfica completa escrita per Llorente:
"CARLOS BAUDELAIRE (1821-1867). — Un libro de versos le hizo famoso, y no publicó más. Había llegado ya á una virilidad bien sazonada, cuando lanzó Les fleurs du mal (1857), que produjeron un éxito de sorpresa, de indignación y de escándalo á la vez. Aquella obra, tan nueva y tan atrevida, fué objeto de una persecución judicial, y el autor resultó condenado á suprimir seis de sus composiciones por atentatorias á la moral pública. El libro de Baudelaire era una inmensa paradoja lírica, un alarde de contradicción á los sentimientos y las ideas más generales, ó el ensueño siniestro de un alucinado, que se complace en acumular ruinas, en revolver el fango, y à veces encuentra entre los escombros y la inmundicia alguna flor que huele bien. Víctor Hugo dijo de él: «Dotáis al cielo del arte de extraños resplandores macabros; creáis, para el alma humana, un estremecimiento nuevo (un frisson nouveau).» Como los famosos discípulos del Viejo de la Montaña, abusaba del «haschisch» para evocar fatídicas visiones, y esto puede explicar la perturbación cerebral que apresuró el fin de este lúgubre poeta. Las composiciones suyas traducidas para este libro son de las que no pueden censurarse por su desconsolador pesimismo ó por sus tétricas lobregueces."
Tanmateix, cal agrair a don Teodor el seu treball, el qual, encara que n’adapta la versificació, copsa de manera perfecta la grandesa d’aquest gran poema precursor del simbolisme.
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